Les Affamés (2018): Entre rifles y machetes, chistes de doctores
Tras un contagio masivo, un pequeño pueblo en Quebec es
reducido a unos pocos sobrevivientes, en su mayoría lugareños de la zona,
quienes han tenido que matar a sus familiares y amigos para mantenerse con
vida. Huyendo hacia el bosque, se esconden esperando estar fuera de peligro.
Les Affamés posee todos los elementos típicos de las
películas del género, sangre, vísceras, sustos y persecuciones, pero con un
inteligente uso del fuera de campo y sutiles movimientos de cámara dilata la
tensión hasta hacerlo intolerable. Con descaro, las escenas más inaguantables
no desembocan en el susto catártico, sino estruje con lentitud sin recompensa
alguna para provocar sobresaltos en los momentos menos inesperados. De la misma
manera, cuando caes en la costumbre de percibir las decapitaciones sin verlas,
la sangre salpica sobre la cámara sin previo aviso. Y entre machetes y rifles,
chistes de doctores y pacientes.
Puede ser una historia sencilla y bastante típica, pero de
igual manera no deja de ser una interpretación original que se atreve a mezclar
ingredientes opuestos, como prolongados silencios con repentinos gritos
guturales y persecuciones frenéticas o tomas largas del bosque con alivios
cómicos en forma de disparos accidentales.
Una escena: Cuando Céline sube el volumen de la radio y baja
del auto
Una recomendación: Cargo (2017)
#unapeliculaunaescena
Comentarios
Publicar un comentario