The Death of Stalin (2018)
Tras la muerte de Stalin en 1953, un caos se desata dentro
del partido soviético. Varias figuras entre ellas Malenkov, Khrushchev y Beria,
el jefe de la policía, pujan y pelean por llegar a la cima.
Dirigida por Armando Iannucci, esta comedia negra ridiculiza
cada aspecto de un régimen totalitario que al caer desató una lucha interna por
poder repleta de conspiraciones y traiciones dentro de partido. Si bien pone en
evidencia la brutalidad de un gobierno tiránico y autoritario, lo hace de una
manera mordaz y atrevida. El director no solo juega con los diálogos y las
caracterizaciones absurdas de los personajes (Stalin, por ejemplo, es un gran
fanático de las películas western) sino con las acciones y los movimientos de
los personajes. Los candidatos al poder literalmente corren por ser el primero
en saludar a la hija y se pelean hasta por la posición donde están parados dentro
de las ceremonias protocolares, todo esto mientras en el fondo, casi como un
recordatorio constante, alguien está siendo ejecutado. No hay una sola escena
que no este pintada con lo absurdo, y que, si te gustan las comedias negras, no
te saque una sonrisa. Si bien la trama es un poco sencilla, en el sentido que
no pasa gran cosa además de los personajes conspirando el uno contra el otro,
vale la pena ver para reírse al escuchar “Viva Stalin!” seguido de un disparo y
no sentirse mal por eso.
Una escena: Incapaces de decirle “no” a Stalin, Beria, Khrushchev
y Malenkov se sientan a ver un western americano.
Una recomendación: Si sos fanático de comedias negras, Fargo
(película y serie) y Death at a Funeral (la británica, del 2007)
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