Lazzaro Felice (2018): Una fábula mágica sobre la bondad y la felicidad



Lazzaro, un joven campesino ingenuo y optimista, vive en la zona rural de Italia donde sus habitantes trabajan la tierra arduamente en un intento de saldar la deuda que deben (y se siguen acumulando) a la dueña de la propiedad, la Marchesa ­Alfonsina de Luna.
Es confuso determinar en qué época estamos, así como tarea casi imposible hablar de esta película sin ahondar en la trama. Es que en la Inviolata los habitantes se mueven con una sola lámpara, llevan serenatas a sus pretendientes, y no hay indicios de ningún tipo de tecnología, salvo un camión o una motocicleta que irrumpen este espacio congelado en el tiempo. La relación de dependencia laboral insinúa además una esclavitud feudal sostenida a través de los años con la ayuda del cobrador, encargado de mantener bajo control a los campesinos quienes creer ser la propiedad de alguien.
En este extraño mundo, la bondad de Lazzaro, complaciente a las demandas más insólitas de su familia extendida, sumada a su tierna sonrisa, parece pertenecer a otra realidad, despojada de egoísmo y de relaciones oportunistas. 
A mitad de la película, el escenario cambia drásticamente. Lazzaro despierta solo para darse cuenta que perdió todo, todo menos quizás su felicidad. Él emprende una búsqueda incansable, las estaciones avanzan, hasta que vuelve a encontrarse con los personajes de la Inviolata, quienes viven ahora bajo una situación similar o peor, aún presos de las condiciones de pobreza y marginalización social, pero que, de alguna manera, sobreviven.
La fotografía de la película, grabada en una cámara de 16 milímetros, otorga un tinte sepia y granuloso que remite a un mundo de ensueño en contraposición con la mirada neorrealista y costumbrista del relato. La conjunción resulta en una historia imprevisible, y un viaje a ciegas entre emociones nostálgicas y reflexiones sobre la felicidad.
Lazzaro Felice es una fábula mágica sobre la bondad y el tiempo, y la simpleza de su personaje puesto a prueba por la realidad terrenal del mundo hostil, gobernado por el capitalismo despiadado y personas codiciosas. Alice Rohrwacher, la directora, sin escatimar en recursos simbólicos y metafóricos, te pregunta ¿qué te mantiene con vida? ¿La felicidad? 


Una escena: Cuando Lazzaro, sin saberlo, ayuda a los ladrones robar la Inviolata
Una recomendación: Le meraviglie (2014), también de Alice Rohrwacher



#unapeliculaunaescena

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