Leal (2018): Entretenimiento ligero armado con balas y risas (y nada más)




Cansado de las batallas perdidas contra el narcotráfico, el nuevo Ministro de la SENAD Fernández reúne, con la ayuda de Ibañez, un equipo especial de comando encabezado por Gorostiaga para hacer frente al traficante Salcedo, dueño de las pistas aéreas.
Habiendo asistido al cine con un montón de prejuicios y preconceptos asociados  al género en el cual la película se enmarca, reforzados con insistencia por la campaña de promoción previa al estreno, debo admitir que muchos de ellos se cumplieron, como la cantidad de veces que se dice "huevos" haciendo alusión a una aparente masculinidad (se va a caer, se va a caer) o el exagerado énfasis en las armas de fuego y elementos bélicos, pero Leal en ningún momento me resultó aburrida o incomprensible. De hecho, me entretuvo por la mayor parte del tiempo (salvo ciertas escenas alargadas sin propósito narrativo), algo que se espera de películas similares en trama, temática y tono.
Leal trata sobre una ensalada de personajes, ninguno identificado ni desarrollado con claridad como protagonista, y, en consecuencia, en su mayoría son de tipo unidimensional ausentes de cambio o evolución en la historia. En el bando de los narcotraficantes, los personajes están caricaturizados con demasía pintando una imagen estereotipada de como creemos que son los narcos. Pero aún así, con  diálogos expositivos forzados que restan en vez de sumar, Leal es una película de acción-comedia que entretiene y divierte, en parte gracias a una fotografía y edición frenética en constante movimiento que no se detiene un segundo, y que entre medio de tiroteos y operativos, hace reír al público.
Leal no pretende analizar la problemática del narcotráfico en Paraguay, ni menos retratar a fondo la violencia visceral y corrupción arraigada que reina ese mundo (nuestro mundo), y eso no está mal. A fin de cuentas, ¿a quién no le gusta una película donde ganan los buenos? Al menos en la ficción, podemos desear que la guerra contra el narcotráfico sea así de sencilla con personajes capaces de derrocar las grandes cabezas del crimen organizado. Rescato además que al final de cuentas, el rol de las mujeres no queda tan en segundo plano como había imaginado que sería.  
Sobre las comparaciones incoherentes que circulan por las redes, solo feliz por nuestra industria de cine en crecimiento, por haber compartido una sala llena el día del estreno aún celebrando la aprobada ley de cine, y por una variedad de géneros para todos los gustos.

Una escena: "Piecito"
Una recomendación: Sicario (2015), para quienes prefieren algo con un tono más oscuro
#unapeliculaunaescena

Comentarios

Entradas populares de este blog

The Leisure Seeker (2017): Viajando sobre recuerdos con nostalgia y humor

Memoir of a Murderer (2017): Construyendo suspenso sobre una premisa atípica

Las Herederas (2018): Cine que atraviesa el cuerpo