The Leisure Seeker (2017): Viajando sobre recuerdos con nostalgia y humor




Ella y John, una pareja de ancianos, se escapan de sus hijos en la ahora abandonada casa rodante familiar para un último viaje al sur, con destino a la casa de Hemingway en Key West. A lo largo del viaje, rememoran los largos años de relación a la par que descubrimos el motivo principal de la huida.
El particular tono de la película se establece en la presentación de los personajes cuando Ella le reclama a John su elegante vestimenta no apropiada para viajes y él solo responde que quiere comer una hamburguesa. Los cambios de humor, criticados como bruscos y molestos fue algo que disfruté bastante y que hicieron el recorrido más placentero rompiendo con la tensión de los momentos dramáticos.
El guión cobra vida gracias a  la talentosa dupla protagónica que ensalza y hace atractiva esta historia no usual; enfermedades, remedios y pañales no necesariamente garantizan un viaje cargado de adrenalina, pero The Leisure Seeker resulta ser es una montaña rusa (con velocidad máxima de 10 km por hora) de emociones capaces de hacerte llorar de la risa o reír para no llorar. Quizás ciertas cuestiones quedan forzadas o desconectadas, como la exagerada caricaturización de los personajes, la ingenuidad de la pareja frente a peligros reales o la sugerida sexualidad del hijo, pero con sensibilidad y humanidad, el director toca preocupaciones honestas tanto desde el punto de vista de los hijos como de sus  padres sobre los problemas que acompañan ciertas edades, y la manera en que los encaramos. Puntos a favor para la banda sonora que me dejó un dulce sabor nostálgico de los interminables viajes con mis padres quienes con meticulosidad elegían el casete apropiado para cada tramo de la ruta.

Una escena: Cuando John irrumpe un asilo buscando al ex novio de Ella
Una recomendación: The Straight Story (1999) de David Lynch

#unapeliculaunaescena

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