A Kid Like Jake (2018): Intrépida y valiente, pero olvida lo más importante




Alex y Greg se encuentran en una encrucijada al momento de elegir la escuela primaria ideal para su hijo, un niño de 4 años que prefiere disfrazarse de princesa antes que pirata en Halloween. Los padres de Jake, quienes no tiene problema con que su hijo disfrute vestirse de princesa y actuar las escenas de las películas de princesas de Disney, se ven de igual manera sobrepasado por las observaciones de las personas que les rodean, y a pesar de tener un pensamiento bastante liberal, tanto Alex como Greg no saben cómo proteger a Jake y a la vez ofrecerle un espacio donde pueda crecer con libertad expresándose tal como es.
A Kid Like Jake, dirigido por Silas Howard, quien dirigió algunos capítulos de la serie Transparent, está narrado desde el punto de vista de los padres, cuya relación atraviesa por un momento difícil al enfrentarse con la identidad de su hijo. Y si para los padres es difícil, no cuesta mucho imaginar el estrés de la situación que absorbe Jake.
La madre cree que es solo una etapa y con el colegio primario en miras, adopta una postura más estricta buscando imponer límites sobre cuándo y donde está bien vestirse con polleras. Por su parte, el padre insiste con buscar un especialista en el área para ayudar a Jake.
Si bien la actualidad del tema es más que necesaria (recordemos que Trump derrogó las leyes que permitían a estudiantes trans utilizar el baño de su preferencia), la trama ignora por completo el eje central de la película: Jake. Solo a través de diálogos y contadas escenas nos aproximamos a él y a su mundo. En vez, superfluas líneas secundarias como la paciente de Greg y sus dilemas con su ex marido ensucian la trama al no aportar al diálogo que plantea el tema de la película. Quizás por esto, resulta truncada la exploración que plantea el director y la confrontación con el tema no propone un desafío.

Una escena: La presentación de Jake, jugando con una pollera hecha de papel higiénico en un castillo de sábanas.
Una recomendación: Ma Vie En Rose (1997) de Alain Berliner, sobre la exploración de la identidad de género de un niño de 7 años y el caos que se genera en su familia.


#unapeliculaunaescena

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